Estudio histopatológico de la piel en caninos con dermopatias crónicas y alimentación desbalanceada

 


 

Mendoza J, Olanny M1, Bracho-Villalobos, Gustavo A.2

 

1Médico Veterinario Estudiante de post grado, Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” Decanato de Ciencias Veterinarias, estado Lara. Barquisimeto.

 

2Profesor Emérito de Anatomía Patológica. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, Decanato de Ciencias Veterinarias. Departamento Medico Quirúrgico, estado Lara. Barquisimeto. gustavo_bracho@hotmail.com.

 

 

 

Histopathological study of the skin in canines with chronic dermopathy and unbalanced feeding

 

 

INTRODUCCION

 

 

 

La piel representa el limite anatómico y el órgano principal de comunicación entre el animal y su medio ambiente. Es el órgano corporal más extenso, alcanza entre el 12% y el 24% del peso total del animal, dependiendo de la edad del mismo Müller y col (1989). La piel es un órgano heterogéneo debido a su variedad de componentes celulares tal como la epidermis, el aparato apocrino-piloso-sebáceo con su musculo erector del pelo, la dermis y la hipodermis (Doering y Jensen (1973) y Müller y col (1989).

 

 

 

 Desde el punto de vista físico-químico, la piel tiene un pH que varía entre 5,5 a 7,5 que repele a muchos micro organismos patógenos y de ahí deriva su función antimicrobiana. Álvarez y Álvarez (2000). Sus componentes sensorios perciben calor, frío, prurito, tacto y presión. Además, la piel es sinérgica con los sistemas orgánicos internos y por ello refleja los procesos patológicos que son primarios en otros sistemas compartidos con otros tejidos. También cabe mencionar funciones como regulación de la temperatura corporal, almacenamiento (grasa, electrolitos, agua, etc.), excreción y producción de vitamina Scott y col., (1997). Para que la piel como órgano corporal cumpla con sus funciones, el organismo animal debe consumir un alimento balanceado de buena calidad, ya que todas las funciones del organismo en general se relacionan estrechamente con la nutrición. Prelaud y Harvey (2006).

 

 

 

Considerando el concepto de equilibrio homeostático, la piel se relaciona con la nutrición por  3 vías diferentes. Un vías esta asociada a la presentación de dermatosis por deficiencias, otra vía es por las dermopatias que necesitan más nutrientes para su corrección y por ultimo aquellas enfermedades nutricionales que se asocian a la genética de los caninos y que requieren alimentación específica para su restauración y mejora. Hensel, (2010).

 

La nutrición de la piel tiene un rol metabólico cuyo equilibrio es muy frágil, y la deficiencia de alguno de ellas trae como consecuencia un caos metabólico que hace a la piel susceptible a infecciones secundarios y a estados clínico indeseables. En el equilibrio de la piel existen nutrientes específicos que regular funciones importantes en el mantenimiento de las barreras y sus funciones, tal como la Vitamina A, la vitamina E, y los ácidos grasos esenciales (AGE) y el zinc, sin dejar de lado otros nutrientes que se unen para un mejor metabolismo y la absorción de tan importantes elementos en la dieta. Escoda, (2008).

 

 

 

Desde el punto de vista clínico, la piel presenta un aspecto que se relaciona con la producción de sebo, humectación, acidez y elasticidad. Cuando ese equilibrio metabólico celular se altera se observan pitiriasis, sequedad, inelasticidad, seborrea seca y húmeda. El pelo que conforma la capa del animal se hace opaco, hay alopecia en diferentes grados de afectación, olores rancios. Luego se asocia un signo clínico importante y preocupantes como lo es el prurito, que desencadena una serie de daños colaterales severos y es motivo de consulta. Donalt, (2001).

 

 

 

Los signos clínicos desencadenados por la deficiencia de nutrientes pueden ser compatibles con otras patologías por lo tanto es necesario utilizar métodos diagnósticos diferentes que demuestren la deficiencia del elemento carencial. Existen métodos serológicos que determinan valores nutricionales, la histopatología de la piel, que permite diagnosticar las diferentes condiciones dermatológicas indicando las lesiones microscópicas y su relación con las posibles causas nutricionales. Rejas, (2000).

 

 

 

El resultado final es un estudio anatomopatológico con una serie de observaciones basadas en interpretaciones técnicas, bien interpretadas, y correlacionadas con la sintomatología que presenta el paciente. Por lo tanto, se considera que el presente trabajo de investigación demuestre los cambios histopatológicos que sufre las diferentes capas y estructuras de la piel en caninos con dermopatias crónicas y alimentación desbalanceada.

 

 

 

OBJETIVOS DEL ESTUDIO

 

 

 

Objetivo General

 

Describir los cambios macroscópicos y microscópicos que se observan en las diferentes capas y estructuras de la piel en caninos con dermopatias crónicas con alimentación no balanceada.

 

 

 

Objetivos Específicos.

 

 

 

1.      Identificar las alteraciones clínicas macroscópicas, primarias y secundarias, de la piel en caninos con dermopatias crónicas con dietas no balanceadas

 

2.      Describir las alteraciones microscópicas de la piel en caninos con dermopatias crónicas.

 

3.      Asociar los cambios patológicos de la piel en caninos con dermopatias crónicas con el tipo de dieta consumida.

 

 

 

MATERIALES Y METODOS.

 

 

 

Considerando que la finalidad de la presente investigación está referida a determinar los cambios histopatológicos que sufre las diferentes capas y estructuras de la piel en caninos con dermopatias crónicas por alimentación desbalanceada en un momento dado, en un tiempo único, se realizó un estudio de campo experimental y  transeccional, .Hernández (2004).

 

 

 

Población.

 

La población está representada por 86 pacientes con condición dermatológica, que ingresaron a consulta externa de la clínica veterinaria Grupo Veterinario R&G ubicado en Cabudare estado Lara, Venezuela, durante el período comprendido entre el enero 2014 y diciembre 2015.

 

 

 

Muestra.

 

Para la selección de la muestra se utilizó el muestreo intencional dirigido, representada por 10 pacientes que cumplieron con los siguientes criterios de inclusión:

 

·      Pacientes con edades comprendidas entre 1 y 14 años de edad. Que presentaron alguna de las alteraciones dermatológicas clínicamente evidentes, clasificadas según (Lloyd y Patel (2012) en primarias y secundarias.

 

o  Las alteraciones primarias: macula, pápula, nódulo, tumor, placa, vesícula, prurito, bulla, manchas, habón.

 

o  Alteraciones secundarias: alopecia, descamación, collaretes, costras, cicatrices, ulceras, eritema, erosiones, liqueinificación, hiperpigmentación, hiperqueratosis, comedones y otitis.

 

·      Alimentación a base de alimento concentrado (Alimentos no primiun), comida casera (restos de comida y comida no estandarizadas para cada paciente). Mixta (concentrado y casera).

 

 

 

Todos los pacientes que cumplían con los criterios de inclusión se les realizó exámenes coprológicos, hematología completa y raspado de piel, este último para descartar etiologías parasitarias.

 

 

 

Técnica de recolección de datos y procesamientos de muestras.

 

Identificación las alteraciones clínicas macroscópicas (primarias y secundarias) de la piel.

 

Al ingresar el paciente a consulta, se procedió a llenar la historia clínica dermatológica mediante la anamnesis, seguido del examen clínico dermatológico sistemático, desde la nariz hasta la cola en la región dorsal, región ventral y por ultimo extremidades, uso de la lupa básica de mano y limpieza de las áreas afectadas con tijeras, para corte de pelo a fin de mejorar la observación de las lesiones.

 

 

 

Descripción las alteraciones microscópicas de la piel.

 

Para el estudio microscópico de las lesiones se realizó la toma de cinco biopsias, bajo las siguientes condiciones:

 

a.       Sedación del paciente con acepromacína, con dosis de 0,5 a 1.1 mg/kg, solo en casos de ser necesario.

 

b.      Lidocaína 2% como anestésico local

 

c.       Rasurado del área a ser biopsiada.

 

d.      Desinfección con clorhexidina al 2%,

 

e.       Extracción de 5 muestras de piel en la superficie dorsal del cuerpo, utilizando un Punch de 6 mm de diámetro, luego colocadas en fijador de formalina al 10% con una relación muestra-fijador de 1 es a 10 volúmenes e identificadas.

 

f.       Se procede a la síntesis de las heridas con sutura no absorbible utilizando un patrón de puntos simples.

 

 

 

Procesamiento de muestras para el estudio histopatológicos.

 

Se utilizó la técnica de la parafina siguiendo el protocolo de Montalvo, C. 2010 y Vivar N, 2010, mediante el equipo CITADEL 2000, para su posterior tinción con Hematoxilina Eosina (HE) y tinción especial con Ácido Peryódico de Schiff (PAS).

 

 

 

La observación de las láminas se realizó mediante microscopia óptica, se utiliza microscopio Olympus modelo CX21FS1 Se estudia cada caso en cortes seriado desde la epidermis, hasta la hipodermis mas los anexos cutáneos. Los resultados obtenidos se tabulan hasta realizar el diagnostico histopatológico.

 

 

 

Técnica de análisis e interpretación de los resultados

 

Para el análisis de los datos obtenidos se utilizó Microsoft Office Excel 2010, los resultados fueron ordenados, clasificados y tabulados, usando estadística descriptiva (media y dispersión). Se identificaron los resultados en tablas, para facilitar el cálculo de las tasas de prevalencia y la asociación de variables a través de Prueba de ᵡ² de bondad de ajuste (p <0,05).

 

 

 

RESULTADOS

 

 

 

Una vez estudiadas y analizadas las condiciones clínicas de todos los pacientes que conformaron la muestra de este estudio tanto para el año 2014 como para el año 2015, se presentan a continuación los resultados obtenidos en el proceso de recolección de datos a fin de analizar la información de las variables establecidas.

 

 

 

Alteraciones clínicas macroscópicas

 

En cuanto a las alteraciones macroscópicas observadas el 50% de los pacientes presentó lesiones primarias, dividiéndose en pústulas y pápulas con 20% del total de los pacientes   afectados y manchas con 10% del total de los afectados (ver gráfico N° 1).

 

 

 

En cuanto a las alteraciones clínicas macroscópicas secundarias de la piel en los caninos del estudio, las lesiones que se destacaron fueron la alopecia que afecto el 70% de la muestra, escamas en el 40%, seguidos con 20% de costras, eritema, erosiones, hiperqueratosis y con menor porcentaje hiperpigmentación y liqueinificación (ver gráfico N°2)

 

 

 

En cuantos los resultados obtenidos, las lesiones primarias se desarrollan como resultado directo del proceso de la enfermedad que posteriormente evolucionan a secundarias rápidamente. (Cota 2007).

 

 

 

María, P, (2016), describe las principales lesiones en pacientes diagnosticados con dermatitis atópica (DA), como lesiones primarias; pápulas (20%), pústulas (11%), y las lesiones secundarias como; eritema (50%) alopecia (47%), excoriaciones o costras (27%), hiperpigmentación (17%), hiperqueratosis (12%) y liqueinificación (6%). Esto coincide con los resultados de las lesiones papulares en un 20% obtenidos en este estudio, mientras que, en las lesiones secundarias las frecuencias más altas correspondieron a las escamas y la alopecia entre un 40% y 70%, respectivamente. Estos resultados están por debajo de ese estudio y se atribuye a que solo se incluyeron pacientes con DA, enfermedad que cursa con prurito, eritema y lesiones traumáticas debido al rascado, estudio fue el prurito con un 83% mientras que el nuestro solo se presentó en 40% de los casos.

 

 

 

Según Álvarez (2005), la alopecia es una de las anormalidades más importantes que se pueden encontrar en el manto piloso; sin embargo, no le asigna una frecuencia de presentación. Mientras que Verónica P (2005), reporta en el estudio descriptivo retrospectivo de registros dermatológicos caninos, la presencia de signología dermatológica, donde las frecuencias más altas correspondieron a prurito 62,4% y alopecia con 55%, seguidos de hiperqueratosis 40% y eritema 37,5%. La alopecia y el prurito fueron resultados opuestos a los obtenidos en esta investigación, mientras que el eritema y la hiperqueratosis tuvieron porcentajes más bajos, esto se debe a que las lesiones no fueron clasificadas como lesiones primarias y secundarias si no como signos clínicos en general. Por otra parte, Irhke (1995), infiere que la alopecia podría explicarse por el auto traumatismo causado por el prurito.

 

 

 

Harvey (2000), asevera que el prurito no es la única sensación detectada en la piel, también están todos los signos cardinales de la inflamación; aunque desde el punto de vista de la dermatología canina es uno de los signos clínicos más importante ya que por efectos del auto traumatismo desencadena otras lesiones más severas.

 

 

 

En cuanto a la hiperqueratosis, hiperpigmentación y liqueinificación los porcentajes obtenidos son de menor frecuencia y varían entre los diferentes estudios, va a depender de   cuantos pacientes crónicos se estudien. En ocasiones, hay perros que no presentan estas lesiones durante la enfermedad, pero en esta investigación todos los casos estudiados presentaron algún tipo de lesión, Olivry y col. (2010); Olivry y col. (2014); Trápala y col. (2013).

 

 

 

Alteraciones microscópicas

 

 Las alteraciones microscópicas de la piel de este estudio, se señalan en el gráfico N° 4, observándose a una membrana basal irregular, discontinua y fragmentada, en 50% de los pacientes evaluados (ANEXO N° 8 y 9), así como ortoqueratosis hiperqueratosica y los procesos inflamatorios en 40% de los casos, seguido de la de atrofia y la queratosis, con un 30%, siendo la hiperplasia la de menor presentación en un 10%.

 

 

 

La membrana basal presentó modificaciones que predominaron en las observaciones microscópicas.  Fartasch y col. (1992), sostiene que las caramidas se encuentran disminuidas en la piel de los perros con atopia, y que este defecto podría posiblemente contribuir al deterioro de la barrera cutánea y/o membrana basal. Por otra parte, Campbell (1992), asevera que la suplementación oral con ácidos grasos esenciales aumenta directamente su concentración en la piel reduciendo la pérdida de líquidos a través de la barrera transepidérmica que generalmente es irregular y mejora la función de la membrana de la piel.

 

 

 

En un estudio realizado por Richad, y col. (2006) en ratones con deficiencia de Vitamina A para comprobar las alteraciones de las membranas que recubren pulmón e hígado, observó que los pulmones de ratas deficientes en vitamina A, poseían menos colágeno en la membrana adventicia de las arterias y las arteriolas y en los septos alveolares. Los alveolos fueron las estructuras más afectadas. Considerando que estas membranas son bioquímicamente semejantes a la membrana basal de la piel, se puede deducir que las deficiencias de esos elementos pueden ser la causa de las afecciones encontradas en la membrana basal de los pacientes en este estudio.

 

 

 

Sousa (1988), demostró que las alteraciones de piel como acantosis y ortoqueratosis paraqueratósica de algunas razas específicas, son debidas a deficiencia de zinc. Por otro lado, un estudio histopatológico que se realizó en 17 caninos de raza Husky Siberiano con un patrón dermatológico compatible con deficiencia de zinc, se reportó que el 70% de los casos con hiperqueratosis paraqueratósica. Estos resultados difieren de los obtenidos en este estudio ya que la alteración predominante fue la hiperqueratosis ortoqueratósica.

 

 

 

Por otra parte, Blanco y cols. (2001), realizaron un estudio histopatológico con las mismas características tomadas en cuenta por Sousa (1988), en 41 casos en Husky Siberiano, encontrando paraqueratosis en el estudio histopatológico en el 100% de los casos. En ambos estudios los caninos respondieron a la suplementación por vía oral de Zinc. Sin embargo, Irhke (1983), describe que el hallazgo histopatológico de la dermatosis sensible a deficiencias de Vitamina A es predominantemente una hiperqueratosis ortoqueratósica y folicular, por lo que se puede inferir que estos pacientes pudieron tener una deficiencia de esa vitamina.

 

 

 

En la revisión bibliográfica publicada en los últimos 10 años no se encontraron reportes de alteraciones de la dermis como consecuencia de una mala nutrición, por lo que los hallazgos de esta investigación son un gran aporte inicial.

 

 

 

Cambios patológicos de la piel relacionados al tipo de alimentación

 

En cuanto a la alimentación de los pacientes que formaron parte del estudio se encontró que el mayor porcentaje de ellos tienen una dieta mixta (4 pacientes, 40%) compuestas por alimento concentrado combinado con alimento casero, seguido de aquellos con alimentación casera y concentrada respectivamente (3 pacientes, 30%).

 

 

 

El análisis estadístico (Chi2 ) realizado para determinar asociación entre la alimentación y la aparición de alteraciones macroscópicas primarias en la piel se encontró que existe una relación altamente significativa en los pacientes que consumían comida casera y la presencia de pústulas (p<0,05), siendo no significativo a la observación pápulas (p>0,05).

 

En el análisis estadístico podemos observar que existe relación significativa en cuanto a diversas alteraciones macroscópicas secundarias y sus anexos con el tipo de alimentación consumida. Entre las alteraciones observadas están el pelo opaco, mal olor en perros alimentados con alimento casero, y para la hiperpigmentación con costras observándose en pacientes que consumían alimento mixto (p<0,05).

 

 

 

Al realizar el análisis estadístico (Chi2) de alteraciones microscópicas de la epidermis observada en los animales estudiados, se encontró una relación significativa entre aquellos caninos alimentados con comida casera y la presencia de hiperplasia, la queratosis e hiperqueratosis/ortoqueratósica (p<0,05).

 

 

 

En cuanto a las alteraciones microscópicas de la dermis se demostró que existe una relación altamente significativa (p<0,05) entre la dermis engrosada y los caninos alimentados solo con comida casera.

 

 

 

Al estudiar estadísticamente estas alteraciones (Chi2) se encontró una relación significativa entre la membrana basal irregular y discontinua (p<0,05) siendo no significativo para este mismo grupo de pacientes alimentados con comida casera (p>0,05).

 

 

 

Sousa (2001) que la nutrición tiene una influencia directa sobre el estado de la piel y el pelo, dejándolo opaco, seco, quebradizo. De este modo la carencia de ciertos nutrientes como vitamina A, E, B, omegas, cobre, zinc, algunos casos fosforo, puede provocar trastornos cutáneos. La deficiencia de zinc en los perros jóvenes produce conjuntivitis, queratitis y enfermedades de la piel, estas lesiones se caracterizan por alopecia, eritema y costras, pudiendo presentarse un pioderma secundario. Desde el punto de vista histológico, las lesiones dérmicas, presentan hiperqueratosis paraqueratósica difusa de epidermis y folículos pilosos, (Sousa, 1988; Scott, 2008; Dantin y col., 2013). Se ha demostrado que las alteraciones de piel como acantosis e hiperqueratosis paraqueratósica difusa en algunas razas especificas son debidas a deficiencia de zinc además se agravan al alimentarlos con comida netamente caseras y/o alimento genérico. Por otro lado, en un estudio histopatológico que realizó en 17 caninos de raza Husky siberianos que presentaban este patrón dermatológico. (Sousa, 1988). Los signos de las carencias nutricionales relacionados con las lesiones de la piel son diversos y variados, entre los mismos se destacan las alteraciones cutáneas caracterizadas por dermopatias hiperqueratosica, prurito, eritema, lesiones costrosas, foliculitis, alopecias generalizadas y progresivas, seborrea. Un aporte insuficiente de proteínas y ácidos grasos esenciales puede acelerar la pérdida de pelo, ralentizar su crecimiento, provocar un pelo quebradizo y un pelaje seco. (Irhke, 1988)

 

 

 

Dantin y col en 2013, realizaron un estudio sobre dermopatias persistentes en caninos y su relación con los niveles de cobre y zinc en suero sanguíneo y pelo, evaluaron 49 caninos, grupo A 35 alimentados con alimento Super Primiun que a su vez se dividieron en sub grupos A1 de 22caninos sin signos clínicos ni valores pre estudio bajos y A2 11 caninos sin signos, pero valores de cobre y zinc bajos, mientras que el otro grupo B 14 caninos si presentaba signos clínicos dermatológicos y valores bajos, Obteniendo como resultado en el segundo subgrupo (11) y grupo B (14) presentaron valores bajos tanto en los valores de cobre zinc y fosforo en el suero sanguíneo y los valores del pelo evaluados por espectrofotometría, confirmándose la deficiencia de dichos micro elementos y su relación con problemas dermatológicos que se solucionaron a la suplementación extra en la comida.

 

Irhke (1983) reporto 2 casos clínicos con lesiones cutáneas focales bien circunscritas compatibles clínicamente con dermatitis seborreica respondieron al tratamiento oral con vitamina A. Los hallazgos de la biopsia de la piel se encontraron hiperqueratosis ortoqueratósica compatible con deficiencia de vitamina A, resolviéndose favorablemente y rápidamente las lesiones macroscópicas completamente con la terapia con vitamina A. en cuanto a nuestros resultados fue este diagnóstico histopatológico observado y con relación a la alimentación casera.

 

 

 

Fernández (2003) describieron la resolución de diversos procesos cutáneos al administrar retinoides (Vitamina A), cabe destacar su importancia desde fin cosméticos en la apariencia del pelaje, disminución de la alopecia, cicatrización y hasta en el efecto del cáncer cutáneo. Sheffy 1982, en investigaciones realizadas en niveles de vitamina E en el suero de perros con enfermedades de la piel crónica y positivos a sarna demodética, observó que presentaban niveles muy bajos de esta vitamina causando enfermedad seborreica de la piel, alopecia y procesos inflamatorios recurrentes.

 

 

 

Bensignor (2008) y Kirby (2009) concuerdan que en la clínica dermatológica que las deficiencias en ácidos grasos pueden presentarse en los animales que comen alimentos comerciales secos o semi húmedos o que reciben dietas especiales bajas en grasa para ayudar a controlar otras patologías. La seborrea por deficiencia de ácidos grasos esenciales puede considerarse una vez se confirme que no hay otras causas, si no el comer alimentos preparados en el hogar y o comerciales genéricos.

 

 

 

La alimentación cumple un papel fundamental en la nutrición de la piel y cualquier enfermedad que altere la asimilación de los nutrientes puede tener consecuencias directas e indirectas sobre el sistema tegumentario, mostrando en los pacientes una gran variedad de manifestaciones clínicas que van desde lo más macroscópico a lo microscópico Irhke, (1989).

 

 

 

DISCUSION

 

 

 

Los cambios patológicos de la piel relacionados al tipo de alimentación de los pacientes que formaron parte del estudio se encontró que el mayor porcentaje de ellos tienen una dieta mixta (4 pacientes, 40%), compuestas por alimento concentrado combinado con alimento casero, seguido de aquellos con alimentación casera y concentrada respectivamente (3 pacientes, 30%). El análisis estadístico (Chi2) realizado para determinar asociación entre la alimentación y la aparición de alteraciones macroscópicas primarias en la piel se encontró que existe una relación altamente significativa en los pacientes que consumían comida casera y la presencia de pústulas (p<0,05), siendo no significativo a la observación pápulas (p>0,05).

 

 

 

En el análisis estadístico podemos observar que existe relación significativa en cuanto a diversas alteraciones macroscópicas secundarias y sus anexos con el tipo de alimentación consumida. Entre las alteraciones observadas están el pelo opaco, mal olor en perros alimentados con alimento casero, y para la hiperpigmentación con costras observándose en pacientes que consumían alimento mixto (p<0,05). Al realizar el análisis estadístico (Chi2) de alteraciones microscópicas de la epidermis observada en los animales estudiados, se encontró una relación significativa entre aquellos caninos alimentados con comida casera y la presencia de hiperplasia, la queratosis e hiperqueratosis/ortoqueratósica (p<0,05).

 

En cuanto a las alteraciones microscópicas de la dermis se demostró que existe una relación altamente significativa (p<0,05) entre la dermis engrosada y los caninos alimentados solo con comida casera. Estadísticamente en estas alteraciones (Chi2) se encontró una relación significativa entre la membrana basal irregular y discontinua (p<0,05) pero no significativo para este mismo grupo de pacientes alimentados con comida casera (p>0,05). Sousa (2001), refiere que la nutrición tiene una influencia directa sobre el estado de la piel y el pelo, dejándolo opaco, seco, quebradizo. De este modo la carencia de cierto nutriente como vitamina A, E, B, omegas, cobre, zinc, algunos casos fosforo, puede provocar trastornos cutáneos. La deficiencia de zinc en los perros jóvenes produce conjuntivitis, queratitis y enfermedades de la piel, estas lesiones se caracterizan por alopecia, eritema y costras, pudiendo presentarse un pioderma secundario. Desde el punto de vista histológico, las lesiones dérmicas, presentan hiperqueratosis paraqueratósica difusa de epidermis y folículos pilosos, (Sousa, 1988; Scott, 2008; Dantin y col., 2013). Bracho (1997). realizo un estudio en 7 pacientes que consumían alimento no específico para caninos y presentaban dermatosis en las extremidades y en el tronco., y el resultado histopatológico fue el de dermatosis responsiva a zinc. 

 

 

 

Se ha demostrado que las alteraciones de piel como acantosis e hiperqueratosis paraqueratósica difusa en algunas razas especificas son debidas a deficiencia de zinc además se agravan al alimentarlos con comida netamente caseras y/o alimento genérico. Por otro lado, un estudio histopatológico que realizó en 17 caninos de raza Husky siberianos que presentaban este patrón dermatológico. (Sousa, 1988). Los signos de las carencias nutricionales relacionados con las lesiones de la piel son diversos y variados, entre los mismos se destacan las alteraciones cutáneas caracterizadas por dermopatias hiperqueratosica, prurito, eritema, lesiones costrosas, foliculitis, alopecias generalizadas y progresivas, seborrea. Un aporte insuficiente de proteínas y ácidos grasos esenciales puede acelerar la pérdida de pelo, ralentizar su crecimiento, provocar un pelo quebradizo y un pelaje seco. (Irhke, 1988)

 

 

 

Dantin y col en 2013, realizaron un estudio sobre dermopatias persistentes en caninos y su relación con los niveles de cobre y zinc en suero sanguíneo y pelo, evaluaron 49 caninos, grupo A 35 alimentados con alimento Super Primiun que a su vez se dividieron en sub grupos A1 de 22 caninos sin signos clínicos ni valores pre estudio bajos y A2 11 caninos sin signos clínicos pero valores de cobre y zinc bajos, mientras que el otro grupo B 14 caninos si presentaban signos clínicos dermatológicos y con valores bajos, obteniendo como resultado en el segundo subgrupo (11) y grupo B (14) presentaron valores bajos tanto en los valores de cobre zinc y fosforo en el suero sanguíneo y los valores del pelo evaluados por espectrofotometría, confirmándose la deficiencia de dichos micro elementos y su relación con problemas dermatológicos que se solucionaron a la suplementación extra en la comida.

 

 

 

Por otra parte, Irhke (1983), reportó 2 casos clínicos con lesiones cutáneas focales bien circunscritas compatibles clínicamente con dermatitis seborreica respondieron al tratamiento oral con vitamina A. Los hallazgos de la biopsia de la piel se encontraron hiperqueratosis ortoqueratósica compatible con deficiencia de vitamina A, resolviéndose favorablemente y rápidamente las lesiones macroscópicas completamente con la terapia con vitamina A. en cuanto a nuestros resultados fue este diagnóstico histopatológico observado y con relación a la alimentación casera. Por otra parte, Fernández (2003) describieron la resolución de diversos procesos cutáneos al administrar retinoides (Vitamina A), cabe destacar su importancia desde fin cosméticos en la apariencia del pelaje, disminución de la alopecia, cicatrización y hasta en el efecto del cáncer cutáneo. Sheffy (1982), en investigaciones realizadas en niveles de vitamina E en el suero de perros con enfermedades crónicas de la piel e infectados con sarna demodética, observó que presentaban niveles muy bajos de esta vitamina causando enfermedad seborreica de la piel, alopecia y procesos inflamatorios recurrentes.

 

 

 

Igualmente, Bensignor (2008) y Kirby (2009), concuerdan en que la clínica dermatológica de las deficiencias en ácidos grasos esenciales, pueden presentarse en los animales que comen alimentos comerciales secos o semi húmedos, o que reciben dietas especiales bajas en grasa para ayudar a controlar otras patologías. La seborrea por deficiencia de ácidos grasos esenciales puede considerarse una vez se confirme que no hay otras causas, si no la de  comer alimentos preparados en el hogar y o comerciales genéricos.

 

 

 

La alimentación cumple un papel fundamental en la nutrición de la piel y cualquier enfermedad que altere la asimilación de los nutrientes puede tener consecuencias directas e indirectas sobre el sistema tegumentario, mostrando en los pacientes una gran variedad de manifestaciones clínicas que van desde lo más macroscópico a lo microscópico (Irhke, 1989)

 

 

 

CONCLUSIONES

 

Una vez procesados y analizados los datos recolectados en la piel de caninos con dermopatias crónicas por alimentación no balanceada se llegó a las siguientes conclusiones:

 

Los pacientes presentaron pocas lesiones primarias en comparación con las secundarias lo que confirma el estado de cronicidad, además de presentar alteraciones en el pelaje motivo principal de la consulta dermatológica.

 

 

 

La membrana basal se observa en forma irregular, engrosada y fragmentada, la dermis con edema, infiltrado inflamatorio y tejido colágeno denso, y la epidermis con diversas alteraciones donde predominó la atrofia.

 

 

 

El análisis estadístico demostró que había relación entre los cambios patológicos de la piel en caninos con dermopatias crónicas con el tipo de dieta consumida. Se encontró además que existe una relación significativa con las lesiones macroscópicas y microscópicas en los pacientes alimentados con dietas caseras.

 

 

 

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